En el campo, Miguel Herrera incrusta de inicio a Oswaldo Vizcarrondo en el cuadro titular. El Topo Juan Carlos Valenzuela pinta como sacrificable. Pero Diego Reyes no se confía, aunque con sencillez respeta la jerarquía de sus compañeros y se hermana con el grupo azulcrema.
“Cuando hay buena competencia dentro del grupo se hace también contra los demás, eso está claro, te exiges más. Trato de aprenderle a mis compañeros, que son de experiencia y cada día siento que soy mejor persona y jugador. Eso es lo más importante. No los veo como competencia, sino como grandes hermanos y amigos”, precisa el joven central.
El director técnico del América enfoca el trabajo a la parte defensiva. De inicio instala a Vizcarrondo, Aquivaldo Mosquera y Reyes en la línea de tres, apoyados por Paul Aguilar y Óscar Rojas en los carriles, y Jesús Molina y Rosinei en la contención.
Después, como lo hizo la semana pasada, va rotando a sus piezas. El Topo sustituye a Aquivaldo como líbero, el colombiano suple a Reyes y éste a Vizcarrondo. Lo claro es que sólo prueba a Aquivaldo y Valenzuela como últimos en la línea, mientras que utiliza a Diego como stopper por izquierda y al venezolano en calidad de marcador en ambos lados.
Miguel Layún suple a Paul Aguilar y Chema Cárdenas al Kevin Rojas en los carriles derecho e izquierdo.
La cosa será más clara cuando Reyes sea convocado de cara al preolímpico. De mientras, anhela sacarse cuanto antes la espinita que tienen clavada desde el torneo pasado.
“En este campeonato estoy seguro que vamos a hacerlo muy bien. Tenemos la mentalidad y el talento, los jugadores con experiencia y jóvenes con ganas de sobresalir, y más en este equipo, que es de los más grandes de México”, argumenta optimista.
Asimismo, alerta al próximo rival: “El viernes [contra Estudiantes Tecos] vamos a ganar y darle una alegría a toda la gente”, dice, decidido a asumir, cada uno, la responsabilidad que les corresponde en la cancha.
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